Un día, el abuelo preguntó a una de ellas si había pollo para cenar. La chica respondió susurrando unas palabras que el abuelo no llegó a entender. Entonces, le preguntó a la otra hermana qué había dicho la primera, a lo que le respondió: «Ha dicho que no hay pollo».
¿Puedes decir tú si había o no había pollo para cenar?
Sí hay pollo.