El anciano moribundo les dijo a sus herederos:
– Heredará mi fortuna aquél que reúna un número de monedas de 1 dólar igual a la mitad del número de días de vida que me quedan .
¿Qué habría que hacer?
Si se ahorra una moneda de $1 cada dos días, cuando el anciano dejara de vivir, se llegaría a la cifra que él estableció para hacerse poseedor de la herencia.